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Mostrando entradas de 2010

La sarten por el mango

La libre expresión y el poder difundirla masivamente, esa es la sarten por el mango. Pero hay sartenes y hay mangos para cada sarten. Este blog es el mango de mi sarten. Un sarten que es uno de tantos, uno de miles, uno de millones de sartenes, que de ser tantos parecen difuminarse en la constelación del anonimato y aquí queda lo que escribo, como un compendio de artículos que solo me incumben a mi sin tener una medida real de su posible influencia o su mas casi certeza de total ignorabilidad. Sin embargo está y existe y es mi sarten por el mango. Aquí se me permite decir lo que me venga en gana, sin ningún tipo de miramiento, tratar de los asuntos que sea, hablar de quien se me venga a la mente y tratarlo como se me pinte el cuero... ¿o no?. ¿Es en realidad tan libre de expresiones este blog? o mejor dicho, ¿el universo donde puedo dejar escritas mis opiniones?. De pronto si y escribo lo que se me ocurre, me expreso y ejerzo mi derecho a hacerlo a favor de o en contra de, con le

Religión, siglo XXI

Después de algún tiempo pensando en sobre qué debería venir a comentar en este mi esporádico espacio de desahogo, y de haber tenido un montón de ideas sobre el asunto... Esta mañana se me pasó por la cabeza escribir sobre algo que siempre me ha perturbado y la religión, independientemente del credo que se profese,simplemente hablo del modo de llevar la fe y lo que esto está provocando (y ha provocado siempre en el mundo). Así como el agua y el aceite que no se juntan jamás, pero que igual forman un fluido que coexiste en cualquier recipiente, se me ocurre tomar a ambos como una analogía con el aspecto humano del pensamiento y corriente que arrastra a todos a ser materialistas o espiritualistas, o estas con uno o estas con el otro, con el agua que purifica el espíritu o con el aceite que lubrica las máquinas. El Dios etéreo o el Dios dinero, se cree en uno o en el otro y cada cual incompatible con el otro. Y ambos crean a su alrededor la serie de acólitos que le profesan reverencia

Alfa y Omega. El mundo del todo y de la nada

El principio y el fin, así es como se traduce generalmente la expresión "Alfa y Omega" que me ha tenido pensando sobre esta cuestión desde hace algún tiempo. Ahora les traigo a ustedes un poco de esas reflexiones que entre instantes cortos y paseos nocturnos me ha tenido algo distraido. ¿Aguantarán todo lo que se viene a ocntinuación?, ojalá que si. Esto del mundo del todo y de la nada tiene que ver con la dicotomía que parte del mundo metafísico y de las referencias al final de todo lo que existe, que viene repitiéndose como una letanía desde los albores del año 2000 y el cambio de siglo/milenio. Sin embargo, ¿qué es lo que me ha hecho meditar todo este tiempo sobre estas cuestiones?, simplemente un hecho extraño y sencillo, el de haberme preguntado desde niño cómo es que se puede juntar aquello que es todo, con la nada que no existe. Un pregunta que nació desde que se me ocurrió leer el apocalipsis y mirar de pronto que todo se acabaría cuando esos mundos contrapuestos s